Relatos de Noche de Haloween

 

 

 

 

 

 

El mayor serial killer de la historia: Thug Behram

 

El asesino más prolífico del mundo responde al nombre de Thug Behram. Un hindú que estranguló a 931 personas entre 1790 y 1830.
El proceso a seguir de cada uno de los asesinatos consistía en la asfixia por medio de un pañuelo ceremonial de colores blanco y amarillo, el “rumal” según los sikhs, que son los seguidores del sikhismo o sijismo, una religión india que siguen unos 23 millones de personas en el mundo que se desarrolló durante el conflicto entre el islam y el hinduismo y que combina el monoteísmo musulmán con tradición hindú.
Otro método de asfixia era el uso de un lazo de seda con una pesa de plomo a un extremo, parecido al sistema de armas de las boleadoras y los gauchos argentinos.
Normalmente, Thug no actuaba sólo, sino que a veces salía con su séquito de matones, una banda de entre 20 y 50 hombres llamada la Thugee. Una pandilla de asesinos adoradores de Khali a los que se consideró la primera mafia del mundo. Éstos eran tan temidos por las fuerzas británicas que hoy en día ‘thug’ es sinónimo de delincuente.
Cuando finalmente las fuerzas Británicas le capturaron en la India, Thug proclamó con mucho orgullo sus matazas, aunque no recordaba la cifra exacta de asesinatos llevados a cabo por sus propias manos. Se le considera el mayor serial killer no militar de la historia.
El libro Thug: 'The True Story of India's Murderous Cult' recoge información detallado sobre los Thugee y Behram.

 

 

Las gemelas

 

Eran dos hermanas que se llevaban muy bien, nunca se peleaban ni discutían, pero por razones de trabajo tuvieron que cambiar su residencia a la ciudad, donde estaba una carretera que era peligrosísima en esos momentos.
Las niñas tuvieron que cruzar solas porque a la madre la llamaron del trabajo para que fuera urgentemente. Les dijo a las niñas que cruzaran solas, pero que tuvieran cuidado, mirando a los dos lados. Las niñas obedecieron.
Nada más girarse la madre para marcharse oyó un golpe muy fuerte detrás de ella. Eran sus hijas, habían sido atropelladas por un camión. desgraciadamente, las dos habían muerto.
Cuatro años más tarde la madre, aún joven, ya que tenía 34 años, todavía vivía en la misma casa cerca de la carretera y no olvidaba ningún día a sus dos gemelas. Afortunadamente, había vuelto a tener hijos, y casualmente eran dos gemelas. Además, eran muy parecidas a las que murieron atropelladas. Esto hacía que la madre olvidara en parte ese trágico suceso.
Pero la fatalidad estuvo a punto de volver a la familia, a pesar de prohibirles expresamente acercarse a la carretera.
Un día las dos niñas estaban jugando y decidieron cruzar la carretera. No venía nadie en ningún sentido, no había peligro.
En el último momento apareció su madre que chillando muy alterada, les dijo que no cruzaran, a lo que las niñas respondieron al unísono:
- Si no pensábamos cruzar,... ya nos atropellaron una vez y no volverá a ocurrir…

 

 

EL CIRUJANO LOCO

Hace ya muchos años, en el departamento de piriapolis, uruguay, se dice que vivía en una casa normal y corriente un cirujano con la finalidad de hacer que la vida durase más. nadie lo conocía, ni él conocía a nadie de aquel pueblo, pero todos sabían que estaba en el sótano de aquella casa trabajando todo el tiempo, cuentan que se podía ver el resplandor de una luz todas las noches en aquel misterioso lugar y se cree que es cuando aprovechaba para investigar con órganos de personas asesinadas por él mismo.
una noche de verano, unos chicos por curiosos decidieron comprobar ellos mismos si la historia que contaba la gente del pueblo era real, así que fueron a visitar al cirujano, se acercaron al sótano y al llamar a la puerta se la encontraron abierta:
- ¿hola, hay alguien?, pero nadie contestaba...
uno de ellos vio una escalera hacia un subterráneo y éstos la siguieron decididos a investigar. bajaron cuidadosamente, muy poco a poco y a medida que avanzaban empezaron a vislumbrar el resplandor de una luz tenue, armados de valor y grandes dosis de curiosidad siguieron adelante, uno de ellos se asomó y vio al cirujano sacándole las tripas a un cuerpo de mujer, sorprendido y asustado se quedó inmóvil sin poder reaccionar, sólo el grito de atención de aquel despiadado ser los hizo reaccionar gritando llenos de pánico pero de nada les sirvió, el cirujano les atacó con su afilado bisturí y a uno le provocó cinco cortes pero consiguió escapar, el otro quedó adentro y en medio de la pelea por sobrevivir la casa se prendió fuego y allí quedaron para siempre el chico y aquel misterioso cirujano.
a la mañana siguiente cuando la policía fue a investigar encontraron el cuerpo sin vida del chaval pero ningún rastro había del cirujano.
años más tarde, el chico que supervivió creció y compró aquella casa con la estancia que a su alrededor quedaba, el hombre contaba que por las noches veía una imagen de persona con la cara quemada rondando los habitáculos y que al acercarse éste se desvanecía ante sus ojos.
hoy la casa está totalmente abandonada y todavía hoy se dice que el espíritu de aquel cirujano permanece entre aquellos muros y muchos aseguran ver algunas noches el resplandor de una tenue luz que sale del sótano…

 

EL BARRIL DE RON

Según me contó mi abuela, en la casa donde ella vivió de pequeña se contaba que cuando los anteriores inquilinos, un matrimonio, la compraron encontraron en la bodega unos antiguos barriles vacíos de roble utilizados para la conservación de licores. Aquella familia, sorprendida, decidió cortarlos por la mitad y así aprovecharlos como macetas para las plantas del jardín pero entre todos encontraron uno que todavía estaba totalmente lleno de licor, así que lo pusieron de pie y pidieron a un bar cercano los utensilios necesarios para poder abrirlo. La bodega se llenó de un fuerte olor a ron. En aquella época encontrar un barril de más de cien litros de ron era algo increíble, ya que no estaba al alcance de todos poder disfrutar de un buen ron. Pues bien, decidieron aprovecharlo y beber de ese delicioso licor que habían descubierto por casualidad.
Un año después, tras haber bebido casi el total de los litros de ron, empezaba a ser difícil sacar más líquido del enorme barril, incluso se hacia incómodo inclinarlo para alcanzar la bebida. Entonces decidieron cortarlo por la mitad para poder sacar el resto, seguidamente, el marido cogió el cazo con el que sacaba siempre el ron del barril y al introducirlo en el líquido tropezó con algo, parecía un objeto bastante duro, introdujo la mano y se dio cuenta que lo que había encontrado era un cuchillo, un cuchillo clavado en la espalda de un cadáver acurrucado en el fondo del barril.
Mi abuela cuenta que puede ser cierto, ya que antiguamente los barriles eran transportados en los barcos y las personas que morían fuera de su país de procedencia, y querían ser enterrados en su lugar natal, eran enviadas dentro de algún tipo de licor, ya que era muy efectivo para la conservación de los cuerpos sin vida.

 

 

EL ANIVERSARIO

Se dice que por allá por los 80, en un lujoso barrio de las afueras de los Ángeles, una jovencita llamada... mmm... Eliza... Si, si, se llamaba Elizabeth, Elizabeth Jones, prestaba sus servicios como niñera. Todos decían que era muy buena, y lo era, lo malo es que no dudaba en ponerles películas terroríficas a los niños, ya que las adoraba. Si... A Elizabeth (a la que desde ahora llamaremos Liza) le gustaban mucho lo relacionado con el miedo: espiritismos, maldiciones...
Bueno, todo empieza una noche en que los Sr. Smid salen por ahí. Para cuidar de los niños llaman a Liza. Cuando se van, los niños le piden a Liza ver una película de terror, y aun que ella dice que no las aguantan, acaba cediendo, pues le encanta ver la cara de terror que pone la gente. En fin, ven un trozo de la película, pero los niños no la soportan, así que se van corriendo a sus camas llegado a un punto de la peli bastante terrorífico sin que Liza les diga nada. Liza se disponía a ver el resto de la película cuando llamaron a la puerta. Abrió. Ante ella apareció una mujer rubia, algo bajita, pero esbelta.
-Hola-dijo casi en un susurro-. Querría hablar con Susan, es decir, la señora Smid.
-En este momento no está. Contestó Liza.
-Ammm...Y, ¿podría esperarla dentro? Mire, es que yo soy su hermana pequeña. Me llamo Cloe.
Liza dudó, pero al reconocer a la misma mujer en una foto, le dejó entrar.
En seguida se pusieron a hablar. A Liza le gustaba Cloe. Tenía los mismos gustos que
ella, sobretodo eso: el miedo. Quizá hablaron durante 3 horas. Llegando a medianoche, Cloe se levantó, miro el reloj que había sobre una pequeña mesa y dijo:
-Mi hermana tarda demasiado... No puedo quedarme más, debo irme. Ya la vendré a ver mañana. Adiós, Liza. Espero volver a verte.
Liza insistió en que se quedara un poco más, pero no consiguió convencerla. Asomada a la puerta veía como se alejaba. Entonces ocurrió algo extraño, cuando cruzaba el cruce de mitad de la calle... se esfumó. Liza pensó que no tenía importancia: había algo de niebla.
Media hora después llegaron los Smid. Pagaron a Liza más de lo debido, como agradecimiento Liza decidió ser más cordial de lo normal, y alegremente les preguntó:
-Y ¿qué? ¿Cómo se lo han pasado en la fiesta?.
Entonces, la señora Smid confesó entre lágrimas que no habían ido de fiesta, si no que habían ido al aniversario de la muerte de Cloe, su hermana, que había muerto hacía un año atropellada en el cruce de esa misma calle...

 

  

AMIGAS PARA SIEMPRE

Año 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas
desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo
instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían
caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era
muy tímida y callada.
Cierto día, Sara le propuso a Alicia:
- ¿Por qué no hacemos un juramento de sangre?
- ¿Qué?
- Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos que la que muera antes de
nosotras dos, irá a avisar a la otra.
- Qué tontería, Sara, nosotras siempre estaremos juntas.
Ante la insistencia de Sara, y entre asombrada y divertida, Alicia al final aceptó
la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una navaja en el dedo índice de la
mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de unas velas.
Pasaron los años. Alicia había terminado sus estudios de derecho, tenía un buen
trabajo, una casa preciosa y un marido y un hijo maravillosos. Hacía mucho que no
veía a Sara, la amiga de su juventud, aunque a veces se acordaba de ella cuando se
veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la vida les había llevado por caminos
distintos y no habían vuelto a verse desde que acabaron el instituto.
Una noche, Alicia tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo, cuando de repente un
camión invadía su carril y chocaba con su coche.
Se despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó llamar al timbre de la
casa. Eran las 3 de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente a su
lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia. Maldiciendo por lo
bajo y preguntándose quién podría ser a esas horas, Alicia se levantó y fue a abrir
la puerta.
Cuando abrió la puerta y vio a la mujer que estaba en el porche, abrió la boca,
totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció enseguida.
Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida sangrante en la cabeza,
estaba su antigua amiga Sara.
- ¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido? Entra, te curaré esa herida.
- ¡Cuánto tiempo
sin vernos!
Sara no se movió de donde estaba.
- He venido a cumplir mi promesa, Alicia. He muerto y vengo a decírtelo.
Alicia se quedó sin habla.
- Ya que la vida nos ha separado, estaremos juntas en la muerte. Te estaré
esperando...- dijo Sara levantando el dedo índice. Acto seguido, desapareció.
Alicia empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al mirárselo
descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera vuelto a abrir el
corte que se hiciera años atrás... Lanzó un alarido estremecedor y cayó desvanecida
al suelo.
Al día siguiente, despertó en su cama y pensó que todo había sido un mal sueño.
Encendió el televisor para desayunar, y lo que vio la dejó helada: la noche
anterior, a las 3 de la madrugada, había habido un accidente de tráfico: un camión
había chocado con un coche, y la conductora del mismo había fallecido en el acto.
A partir de aquél día, su vida se convirtió en un auténtico infierno. No comía, se
olvidaba de recoger a su hijo en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las
noches tenía el mismo sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a
Sara levantando el dedo índice y diciendo "te estaré esperando", tras lo cual
siempre se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre.
Su marido no entendía lo que le estaba pasando, los médicos no encontraban ninguna
explicación, y finalmente internaron a Alicia en un psiquiátrico.
Allí no hizo sino empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Sara junto a su cama.
Una noche, un celador del psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos
que provenía de la habitación de Alicia.
Al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota, se asomó y vio a Alicia
tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre. Tenía una gran herida en la
cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien había escrito con su sangre: "AMIGAS
PARA SIEMPRE".

 

 

 

BROMA MACABRA

Se cuenta que hace tiempo en algeciras, una noche de fiesta cuando el calor y el frío guerrean y ninguno se resiste a perder, la juventud nos íbamos a la playa a bailar en unos bares de verano que abrían hasta muy tarde.
Había un grupo de chicos pasándolo bien cuando unos de ellos fue a tomar aire fresco, vio a una chica cerca de la orilla vestida con vestido largo y de tirantes, a él le llamó la atención y se acercó a ella, cuando estuvo junto a ella vio que era preciosa y que estaba triste.
Le dijo que se sentía muy sola, él la invitó a estar juntos, bailaron, charlaron en la orilla de la playa, ella sintió frío y el le ofreció su chaqueta vaquera, luego se dispusieron a irse, él la acompaño hasta la puerta de su casa y allí tuvieron una despedida muy dulce, con un beso quedaron para el día siguiente, así ella le devolvería su chaqueta y él la volvería a ver, pues sentía algo en su interior por ella.
A la mañana siguiente deseoso de encontrarse con ella...tocó en su puerta y salió un señor con el gesto abatido, el chico preguntó por su hija, le dijo que venia a buscarla, que había quedado con ella, entonces el hombre montó en cólera, le dijo que broma macabra era esa, que si no respetaban el dolor de las personas....entre gritos y lagrimas le dijo que su hija llevaba un año muerta y cerró la puerta.
El chico entre el horror y la pena no entendía lo que sucedía, verificó que fuese la casa a la que llevó y besó sus labios, le vino a la mente ir al cementerio así confirmaría su historia , mientras buscaba sin para y sin saber donde...en una lapida diviso una chaqueta vaquera colgada...se acercó y vio la foto de la chica fallecida y......era ella¡¡¡¡

 

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