Revelan el temor de Brasil por atentados en el Mundial y los JJOO

Un documento dado a conocer por WikiLeaks afirma que el gobierno de Lula aún no ha puesto en marcha un plan contra el terrorismo, por lo que sugiere la cooperación comercial y estratégica de los EEUU

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Lisa Kubiske, jefa de la Coordinación General de Intercambio y Cooperación Deportiva de la Cancillería brasileña, confirmó la existencia de una "gran apertura" y disposición para compartir un plan de seguridad con la Casa Blanca "a punto de admitir que existe la posibilidad de atentados" durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

El gobierno de Brasil teme que la celebración de grandes citas deportivas internacionales, como el Mundial de fútbol de 2014, puedan convertir el país en escenarios perfectos para los terroristas, afirma WikiLeaks. Por tal motivo, recibiría la colaboración estadounidense para desactivar cualquier manifestación que pretenda alterar la calma de los visitantes.

Tras la elección  de Río de Janeiro como sede de los Juegos, la embajada estadounidense en Brasilia se encargó de expresar su fuerte preocupación con los problemas de seguridad y falta de infraestructura en la ciudad, según el cable diplomático divulgado este jueves por la organización mediática.

"El riesgo es que el gobierno se descanse en los laureles y no comience el trabajo de planificación de los Juegos (...). A pesar de la afirmación de (Dilma) Rousseff de que 'hemos aprendido con los Juegos Panamericanos', la coordinación para la Copa del Mundo 2014, especialmente en seguridad, está atrasada", señala el documento.

Kubiske, también celebró la grandiosa oportunidad que el deporte otorga para el acercamiento entre ambos países: "Aprovechar los Juegos para trabajar en temas de seguridad debe ser una prioridad, así como la cooperación en cibercrimen y ampliar seguridad de información".

Brasil será el primer país sudamericano en recibir la máxima competición del deporte mundial, dos años después de organizar la Copa del Mundo de fútbol en 2014. Pese a los graves problemas de su capital en infraestructura, hotelería, transporte y seguridad, el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva dio garantías financieras y políticas para la exitosa organización de ambos eventos.